Un anillo de compromiso es el símbolo perfecto de tu amor. Por eso, es tan importante dar con el modelo y el diseño adecuados. Aquí te hablamos un poco de su historia para que sepas por qué debes dedicar tanto tiempo a elegir el que mejor se ajuste.
El origen del anillo de compromiso
Lo cierto es que ya en el Antiguo Egipto se empleaba este método para señalar la unión de dos personas. Respondía a dos motivaciones. Por un lado, era la ejemplificación del amor. Por el otro, se señalaba un contrato o un compromiso que se iba a similar entre ambas partes.
Siguiendo con esta perspectiva más pragmática, también los romanos lo entendieron como un elemento que declaraba la unión explícita de dos personas enamoradas. Era como firmar un documento donde el uno se entregaba al otro, y viceversa. Una manera muy intensa de vivir le amor, ¿no te parece?
En la Edad Media es cuando los anillos de compromiso dejan de ser tan sencillos y modestos y empiezan a decorarse con toda una serie de gemas o de joyas que los dotaban de una belleza inigualable. También en esta época, empiezan a ser una cuestión casi de rango social, o incluso de poderío económico. Aquellos más pudientes se gastaban más en dar con el anillo ideal.
De hecho, a finales del siglo XV, Maximiliano de Austria perdió la cabeza locamente por una mujer de la que se enamoró, una duquesa en concreto. Su forma de demostrárselo fue haciendo tallar el anillo más bonito del que había registro hasta la fecha. Y así fue como apareció el primer anillo diamantes que se utilizó para un compromiso oficial.
Como puedes ver, el sentido original de estas piezas no ha cambiado mucho a lo largo de los años. Las personas siguen utilizándolos como un símbolo de compromiso, una prueba de fidelidad y lealtad y de amor.
También se relaciona mucho con el gasto que se vaya a hacer en el mismo. Sin embargo, esto no es lo más importante. Resulta mucho más definitivo el dar con el diseño y con el modelo adecuado. Hoy en día, puedes encontrar una increíble variedad de anillos entre los que puedes elegir el que mejor encaje con tu pareja ideal. Uno que pueda reflejar también esa misma belleza, esa preciosa unión que os mantiene juntos.
¿Por qué el anillo se pone en el dedo anular?
Lo cierto es que esta costumbre viene ya del antiguo Egipto. De hecho, se pone siempre en la mano izquierda, en el dedo anular. Esta idea viene porque justo en ese dedo se encuentra una vena que se conecta directamente con el corazón. Comúnmente, se la denomina como “la vena del amo”.
Precisamente por eso se eligió ese dedo. Porque así queda reflejado no solo el compromiso que asumen ambos. También se señala el vínculo amoroso que unirá a esas dos personas a lo largo de la vida de ambos. Una manera muy bonita y muy metafórica de hablar sobre el amor eterno.
Más allá de los egipcios, el dedo anular permaneció siempre como la opción más interesante para situar un anillo. Y por eso no se ha cambiado hasta nuestros días.
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