Luis, padre de la familia Rodríguez, ¿Cuál es su pasión desde pequeño?

Otra vez el mismo mensaje: “Lo sentimos, pero no ha sido seleccionado”. Por lo menos esta vez me han escrito un mensaje para decírmelo, piensa. Bloquea el móvil y vuelve a la tarea.

Luis es comercial de (de lo que sea, narrador, vendo lo que sea) pues eso. Empezó en el mundillo vendiendo a puerta fría alarmas, servicios de limpieza, comida casera a domicilio…ahora, hace lo mismo pero online ( sí, yo lo llamo la “hot door”, porque no veas lo caliente que están los clientes en el mundo este del Internet).

Pero desde que tiene uso de razón su gran pasión ha sido el cine, ( Chaplin era mi mejor amigo). Se pasó su niñez visionando todo tipo de películas aunque su género favorito por excelencia es la comedia.

Cuando una película le fascinaba -más que la película, uno de sus personajes- comenzaba a imitar los gestos y frases del actor frente al espejo.  Una y otra vez hasta que los clavaba. Sus padres nunca pudieron pagarle una formación en arte dramático y el tener que empezar a trabajar desde muy joven para ayudar en los gastos familiares tampoco ayudó.

Sin embargo, su afán por dedicarse a la actuación es tan fuerte que nada ni nadie ha podido quitarle esa idea de la cabeza. Su vocación sigue intacta. Cada día revisa anuncios de nuevos casting y pregunta a las distintas agencias en las que está apuntado si hay algún papel en el que encaje. ( Me llaman “el pesadilla”, pero ya sabes: incluso los milagros pueden tomar un poco de tiempo).

Ana, su mujer, cree en su talento, a ella la enamoró su manera de contar chistes y su ingenio para salir de situaciones de lo más surrealistas. Es su Directora de casting particular, cada vez que tiene una prueba le canta el guión, y ella, muy seria, empieza a desgranar cada gesto y tono para que quede mucho más realista. (Al final terminamos abriendo una botella de vino y medio piripis nos imaginamos qué haríamos si llegará a ser un actor famoso).

En una ocasión estuvo a punto de conseguir un papel genial: el de portero de “Aquí no hay quien viva”. ( Dios,  no me lo recuerdes…qué alegría y bajón a la vez. Es como cuando das el primer sorbo a una cerveza y está caliente).

Le llamaron para decirle que pasaba a la última fase, junto a Fernando Tejero, la emoción no le cabía en el pecho. En casa lo celebraron como si se lo hubiesen dado, estaban emocionadísimos ( mi hijo Jorge incluso dejó de jugar a la Play y nos dedicó unos 5 minutos de su atención). Finalmente, no consiguió el papel, pero lejos deprimirse, dio una lección de profesionalidad y al día siguiente fue a otra prueba.

Y así sigue, trabajando por las mañanas, de casting por las tardes. El próximo es uno para una serie de Neflix ( sí, ese programa en el que puedes ver las series cuando quieras y que, según dice Jorge, lo está petando…)

La tarde que tenía que salir hacia la prueba se averió el grifo del lavabo del baño, (hoy no, hoy no… y son ¡300€! No habíamos contado con ese gasto). Luis pidió un crédito en Dineo y solucionado. Al ser la primera vez no tendrá que pagar comisiones cuando lo devuelva.

Sale corriendo al casting y….

Dos días después (Ring…Ring…):

• ¿Luis?
• Sí
• ¡Has sido seleccionado!